La Encuesta Mundial de Salud Escolar censó a más de 28.000 alumnos argentinos de entre 13 y 15 años que cursan entre 1° y 3° año de nivel medio o secundario de 25 escuelas que fueron seleccionadas por provincia. Permite evaluar políticas preventivas en curso, así como analizar la situación nacional respecto a otros países de la región y del mundo.

Encuesta Mundial de la Salúd Escolar

Respecto a la actividad física, el estudio indica que el 16,7 por ciento de los jóvenes son físicamente activos y en relación al 2007 –cuando se realizó la primera encuesta de Salud Escolar en Argentina– las escuelas han aumentado las variantes de actividad para los jóvenes. Así, la mitad de las instituciones analizadas dedican tres días a la semana al ejercicio físico, en algunos casos cuentan con cursos extracurriculares, y 7 de cada 10 organizan jornadas deportivas recreativas.El 17,6 por ciento de los jóvenes de entre 13 y 15 años de nuestro país consumen cinco porciones de frutas y verduras al día, lo que representa un 3,2 por ciento más que en 2007, al tiempo que la ingesta de bebidas azucaradas se redujo en un 6,1 por ciento respecto a ese año y aumentó en un 4 por ciento la realización de actividad física durante 60 minutos diarios. Los datos surgen de la Encuesta Mundial de Salud Escolar 2012 realizada en escuelas de todo el país y que fue presentada hoy por el Ministerio de Salud de la Nación, que conduce Juan Manzur.

Los resultados de la encuesta fueron presentados en un acto desarrollado en el auditorio de la Jefatura de Gabinete de Ministros, en la ciudad de Buenos Aires. Marina Kosacoff, subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos de la cartera sanitaria, dijo que “los resultados obtenidos en esta encuesta servirán para guiar nuestras acciones y políticas”, para luego añadir que “los factores de riesgo de la población adolescente deben ser abordados intersectorialmente y de forma abarcativa”. Así justificó el trabajo que “por indicación del ministro Manzur desarrollamos con ministerios nacionales y provinciales, sociedades científicas, el sector privado y organizaciones de la sociedad civil”.

“Los datos que hoy presentamos tienen representatividad provincial, son comparables con la edición 2007 de la encuesta y también con la situación de otros países, porque la metodología con la que fue realizada sigue un estándar internacional”, explicó la funcionaria.

Por su parte, Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades no Transmisibles, sostuvo que “entre los 13 y los 15 años es posible modificar conductas que tienen impacto sobre la salud de los chicos”, y destacó el valor de la información recabada en la muestra ya que, dijo, “nos permitirá ajustar y en algunos casos profundizar las líneas de gestión en marcha entre las que se destacan la regulación de la producción de la industria alimenticia, la política de control del tabaco y el estímulo a la actividad física”.

La Encuesta de Salud Escolar también reveló que en nuestro país el sobrepeso creció del 24,5 al 28,6 por ciento, mientras que la obesidad lo hizo en un 1,5 por ciento más que hace cinco años. Este incremento se encuentra asociado al sedentarismo y particularmente al consumo de comida industrializada rica en grasas, azúcares y sodio y baja en nutrientes, siendo la obesidad uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades crónicas no transmisibles. Está considerada una pandemia a nivel mundial, al punto que la Organización Mundial de la Salud, en sus metas al año 2020, busca ya no reducir sino detener su curva de crecimiento.

En relación al aumento de la obesidad en los jóvenes, Laspiur comentó que “responde a una realidad mundial de la que no estamos exentos, y en este sentido debemos profundizar las acciones que venimos desarrollando, como la eliminación de grasas trans, la reducción de sodio en los alimentos, la promoción del consumo de frutas y verduras y el incremento de las horas de actividad física diarias, trabajando fuertemente sobre los entornos para que favorezcan la adopción de hábitos saludables”.

En paralelo a la encuesta, una observación efectuada en 250 escuelas argentinas arrojó que sólo un cuarto de ellas ofrecen frutas en los kioscos dentro de la institución. Asimismo, la cantidad de alumnos que consumen gaseosas bajó del 52,6 al 46,5 por ciento en un escenario en el que 8 de cada 10 kioscos escolares ofrecen bebidas azucaradas, y menos de la mitad venden sus variantes con menos calorías.

Ficha técnica de la encuesta

La Encuesta Mundial de Salud Escolar es el estándar internacional para monitorear la prevalencia de comportamientos de riesgo para la salud y factores de protección más importantes entre los adolescentes. Implementada con una metodología común en distintos países del mundo, la misma permite cotejar los resultados a nivel nacional, regional y global. El estudio fue elaborado por iniciativa de la cartera sanitaria nacional, con la colaboración del Ministerio de Educación nacional y de sus pares provinciales y con el apoyo del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El formulario fue completado por 28.368 alumnos de 1° a 3° año de nivel medio o secundario de 25 escuelas que fueron seleccionadas por provincia. El trabajo de campo se efectuó en dos etapas para producir una muestra representativa a nivel nacional y provincial, a través de un cuestionario autoadministrado que incluyó datos multidimensionales como tabaco, alimentación, actividad física, consumo de alcohol y drogas, salud mental, lesiones y violencia, higiene, factores protectores, salud sexual y vacunas.

Los resultados del trabajo de campo que censó a más 28.000 alumnos argentinos de entre 13 y 15 años, serán utilizados para la planificación y evaluación de políticas de salud escolar y para jóvenes; contribuir a la vigilancia epidemiológica de las enfermedades no transmisibles y sus factores de riesgo entre jóvenes; monitorear la prevalencia de los comportamientos relativos a la salud y realizar comparaciones entre los países.

La importancia de esta segunda edición, realizada en noviembre de 2012, radica en la posibilidad de obtener comparaciones de los indicadores en relación a la primera edición de la encuesta realizada en 2007 y de evaluar políticas preventivas en curso, así como analizar la situación nacional respecto a otros países de la región y del mundo.